jueves, 29 de marzo de 2012

Las fuentes de energía cuya adopción inmediata podría frenar al calentamiento global

Sólo las fuentes de energía sin emisión alguna de dióxido de carbono pueden darnos una oportunidad de frenar el calentamiento global antes de que alcance un umbral capaz de desencadenar efectos de retroalimentación. (Foto: Amazings/NCYT/MMA)


¿Podría detenerse el calentamiento global en este siglo si las centrales eléctricas que usan carbón como combustible pasasen a consumir gas natural, y además se procurase construir a toda prisa la mayor cantidad posible de centrales solares, parques eólicos, presas hidroeléctricas, e infraestructuras diversas para otras formas de obtención de energía limpia?


En una investigación reciente, se ha calculado qué efectos cabría esperar ver en el clima a causa de la sustitución de las centrales eléctricas basadas en el carbón por cualquiera de ocho opciones más limpias.


En cada caso, el equipo de Ken Caldeira, del Instituto Carnegie de Ciencia de Estados Unidos, y Nathan Myhrvold de la empresa Intellectual Ventures, en la misma nación, comprobó que para lograr un beneficio sustancial en este mismo siglo, la humanidad necesita comenzar una rápida transición hacia las tecnologías energéticas que menos contaminen, como la solar o la eólica.


Los investigadores han llegado a la conclusión de que refrenar el calentamiento global exige mucho más tiempo de lo que se creía.


En el caso del gas natural, que es un combustible fósil más limpio que los demás, así como más barato en las regiones más favorecidas, los resultados del nuevo estudio indican que el calentamiento global, debido a estar ya bastante avanzado, continuará incluso si durante los próximos 40 años todas las centrales eléctricas térmicas alimentadas con carbón que existen en el mundo son reemplazadas por centrales comparables pero alimentadas con gas natural.



Los resultados del estudio indican que sólo las fuentes de energía sin emisión alguna de dióxido de carbono pueden darnos una oportunidad de frenar el calentamiento global antes de que alcance un umbral capaz de desencadenar efectos de retroalimentación.


No hay una solución rápida para frenar el calentamiento global, tal como subraya Caldeira. Cambiar las centrales eléctricas contaminantes por otras limpias es un proceso lento y requiere trabajar duro. Además, en el mejor de los casos, el sistema climático tardará varias décadas para responder totalmente a las reducciones en las emisiones. "Si esperamos ver beneficios sustanciales para la segunda mitad de este siglo, tenemos que comenzar a actuar ahora", sentencia Caldeira.

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