domingo, 22 de abril de 2012

Robot medusa capaz de autoabastecerse de energía a partir del hidrógeno del agua

Se ha logrado crear un singular robot medusa, llamado Robojelly. (Foto: IoP)



Se ha logrado crear un singular robot medusa, llamado Robojelly, que no sólo exhibe las características ideales para usarlo en labores de búsqueda y rescate bajo el agua, sino que además puede, teóricamente al menos, disponer de energía en todo momento, gracias a que es energizado por el hidrógeno, un componente del agua.


El robot está construido con nanotubos de carbono y con un conjunto de materiales "inteligentes", los cuales dotan a las piezas de la capacidad de cambiar su forma o su tamaño como resultado de un estímulo específico.


El Robojelly puede imitar los movimientos naturales de una medusa cuando se le coloca en un tanque de agua. El robot aprovecha el hidrógeno del agua, y se impulsa por reacciones químicas que tienen lugar en su singular superficie artificial.


Hasta donde saben los creadores de Robojelly, del Instituto Politécnico de Virginia (Virginia Tech), en Estados Unidos, éste es el primer robot que tiene éxito al energizarse bajo el agua usando el hidrógeno externo como fuente de combustible.


La medusa es un invertebrado ideal para basar en ella el robot debido a la sencillez de sus movimientos natatorios. El desplazamiento subacuático de una medusa se produce por la acción de los músculos localizados dentro de la campana, la parte principal del cuerpo, comparable en forma al tramo superior de un paraguas abierto. Cuando los músculos se contraen, la campana se cierra sobre sí misma y al hacerlo expulsa agua al exterior. Ese chorro de agua propulsa hacia adelante a la medusa. Después de contraerse, la campana se relaja y recobra su forma original.



El equipo de Yonas Tadesse adaptó este mecanismo en su robot, usando materiales disponibles comercialmente, en concreto aleaciones con memoria de forma. Estas aleaciones son "inteligentes" en el sentido de que "recuerdan" su forma original. En la estructura del robot, resultan decisivas las piezas hechas de estos materiales, envueltas en nanotubos de carbono, y recubiertas con un polvo especial de platino.


El robot se impulsa por medio de reacciones químicas que generan calor. Esas reacciones se producen entre el oxígeno y el hidrógeno del agua, y el platino en la superficie del robot. El calor emitido por estas reacciones se transfiere a los músculos artificiales del robot, haciendo que adquieran formas diferentes, en una secuencia de cambios que equivale a los movimientos natatorios de apertura y cierre de una medusa auténtica.


Por consiguiente, el Robojelly en todo momento puede obtener del entorno el combustible que necesita, y gracias a ello no requiere una fuente externa de energía o el reemplazo periódico y frecuente de baterías.


En este video se puede ver en movimiento a una versión aún incompleta del robot:



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